Poco sabemos de Lorenzo de Aguirre, el pintor que realizó en 1626 el lienzo de San Joaquín, Santa Ana y la Virgen Niña, que ha sido restaurado recientemente por Teresa Cavestany de forma desinteresada.
Seguramente, por la calidad de la pintura, este artista realizó una fecunda producción de obras, todavía por descubrir y estudiar.
Curiosamente, la catedral de Mondoñedo, en Galicia, conserva un lienzo del mismo autor. Se trata de una Asunción de la Virgen y se encuentra presidiendo la Sala capitular, bajo el dosel episcopal. Este lienzo aparece firmado en su ángulo inferior izquierdo como «Lorenzo d Aguirre ft ano 1618», fórmula semejante a la empleada en Huete.
Ambas obras, la de Huete y la de Mondoñedo, se encuadran dentro de la tradición pictórica veneciana introducida en España por los pintores italianos que en las décadas de 1580 y 1590 vinieron a trabajar a El Escorial. En el lienzo de Huete destacan en esta herencia los colores dorados y anaranjados que se manifiestan en las túnicas y vestidos, sobre todo en la de San Joaquín.
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