Actos FestivoS

La fiesta de San Juan es una buena excusa para visitar la ciudad de Huete, conocer la hospitalidad de sus gentes, alojarse en alguna de sus casas rurales, y por supuesto, conocer una de las fiestas más divertidas, interesantes y originales de la geografía nacional.

La esencia de la fiesta está marcada por el contraste entre los sonidos de la dulzaina, la banda de música y las orquestas nocturnas, todo ello aliñado por la enorme devoción de las vivas al santo, el olor a pólvora quemada y el sabor de la típica limoná y los mantecados y pastas más exquisitos.

Viva

San Juan

Se celebran para enaltecer la figura de San Juan Evangelista, patrón del Barrio de Atienza de la ciudad de Huete, durante el fin de semana que coincide con el segundo domingo del mes de mayo, y duran cuatro días (viernes: día de la Víspera; sábado: día de San Juan: domingo: día de San Juanillo; y lunes: día del Concierto).

Actos FestivoS

Los actos que se celebran son netamente originales y prácticamente exclusivos de la ciudad de Huete. De hecho, cuando Huete era cabeza de un amplio partido, extendió sus costumbres a otros pueblos de la zona. Ejemplo de ello son las loas y danzas de endiablada, presentes en Almonacid del Marquesado, Palomares del Campo o Valdecolmenas de Abajo.

En la actualidad, las fiestas se mantienen gracias a la aportación económica de los juanistas. Gracias a todos ellos, las fiestas se celebran con la suntuosidad necesaria.

NOVENARIO Y FUNCIONES RELIGIOSAS

Durante los días previos se celebran nueve misas y nueve novenas. El novenario actual fue compuesto en 1803 por frey Julián Antonio de Alique y Estaban. En estos actos religiosos se cantan gozos y coplas dedicadas a San Juan, compuestas por músicos optenses.

DULZAINA Y TAMBORIL

Durante las mañanas del viernes, sábado y domingo, la dulzaina y el tamboril realizan las dianas más tempraneras, que recorren las calles de Huete con músicas ancestrales.

En la dulzaina y tamboril se encuentra el origen de los galopeos, antes de que se ejecutasen con banda de música. Este galopeo de dulzaina tiene una antigüedad que se remonta varios siglos. Todos los días de la fiesta tiene lugar uno inmediatamente después del galopeo de subida de la banda de música. Realiza el recorrido desde la plaza de Pato hasta la iglesia de Guadalupe. El último día de fiesta después de despedir a la banda de música se realiza el “galopeo de despedida de la dulzaina”, que recorre las calles típicas del Barrio de Atienza, con diferentes paradas en las que se realizan invitaciones.

DIANAS 

Las mañanas del sábado y domingo, la banda de música interpreta pasodobles y marchas por las calles de costumbre. Durante el recorrido se realizan varias paradas donde son agasajados músicos y asistentes. También se visitan los mejores patios de las casas solariegas de Huete.

RECOGIDA DE AUTORIDADES

El sábado, antes de la procesión, y el domingo, antes de la misa de acción de gracias, la banda de música se viste con sus mejores galas para recoger y rendir homenaje a las autoridades civiles y militares en la plaza del Reloj, donde estuvieron las casas consistoriales. La solemnidad del cortejo y el ritmo de la música marcial hacen de este tradicional evento uno de los más importantes de las fiestas.

PROCESIÓN

Sin duda alguna, el momento más brillante de la fiesta es la procesión. La imagen sale de la iglesia Real de San Nicolás de Medina precedida por el estandarte y banderas de la hermandad, así como de la cruz de Santa María de Atienza y los dos cetros. Las vivas constantes al Santo y las marchas procesionales interpretadas por la Banda de Música, son los elementos más característicos de una de las procesiones más hermosas de la Región. También emotivas son las paradas o estaciones en las que el Santo descansa y escucha las coplas de sus devotos y los vivas más calurosos.

GALOPEOS

Constituyen el acto más característico de las fiestas, donde, al ritmo de marcha militar, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y mayores, bailan agarrados de la mano en corros. Los galopeos duran una hora aproximadamente, y alternan el ritmo del tambor con el de las marchas, sin descansar un instante. Se inician con la marcha de Los generales y finalizan con la Dolores, una obra de carácter popular que se hizo famosa en los años sesenta. Especialmente emotivos son el galopeo de entrada de la música y el de despedida, que incorporan las banderas de la hermandad y son los de mayor duración.

Procesión de San Juanillo
y tuna

Al son de la dulzaina y tamboril se danza este baile tradicional, denominado antiguamente galopeo. La dificultad de su ritmo desenmascara a aquellos que están de visita en las fiestas. El galopeo con dulzaina más importantes se realiza el día de San Juanillo ante
la imagen antigua del Santo, la de 1792.

LOA Y DANZA DEL DIABLO

Es una de las danzas más importantes de la Región, ganadora de diferentes premios folclóricos, que representa la lucha entre el bien y el mal, donde, al final, el diablo es apresado por intercesión de San Juan Evangelista. Aunque ya se bailaban danzas en las fiestas de 1620, la primera vez que se menciona la existencia de la danza de endiablada es en 1816, cuando el Barrio obsequió con las mismas al rey Fernando VII durante su visita a Huete. No obstante, el tema de la lucha entre el bien y el mal ya se constata en el siglo XVII, cuando se documenta la presencia de una loa como prólogo a las danzas.

CONCIERTO

Uno de los actos de mayor trascendencia cultural es el concierto de música clásica que interpreta la banda, que tiene lugar el lunes en la Plazuela de San Juan. Es un acto que tiene más de un siglo de historia.

VAQUILLAS Y PÓLVORA

Otro elemento tradicional son las vaquillas o torillos de fuego. La pólvora forma parte de las fiestas desde hace siglos. Las vaquillas se hacen populares desde principios de los años cincuenta.

VERBENAS

Hasta altas horas de la madrugada se celebran verbenas desde el jueves hasta el lunes. Para los que aguanten, las verbenas permiten llegar hasta el inicio de las dianas, permitiendo continuar la fiesta a los más jóvenes.