Este fin de semana ha sido masiva la visita de los optenses a estos curiosos lagos que se forman en los años muy lluviosos. La última vez que se llenaron fue en el año 1997. Sólo se llenan cuando rompe un manantial que está situado junto a la primera laguna, que cuando rebosa comienza a llenar la segunda, desde la que se filtra el agua a la tercera.
La primera referencia que tenemos sobre ellas es de Julián Antonio de Alique, el autor de la novena de San Juan, que en 1768 decía que por esos parajes existía una mina romana conocida como «la cueva de las mares por hallarse cerca de algunos lagos que forman los años llobiosos». La cueva de la que habla se encuentra hoy tapada y en ella se extraía el famoso lapis especularis o espejuelo con el que los romanos cerraban los vanos de sus ventanas.
En esta noticia incorporamos dos fotos de este año y una de 1936, realizada por Francisco López Escudero.