Origen e Historia de las loas de los Tunos

Cuando la Hermandad de San Juan Evangelista se traslada de Atienza a San Nicolás de Medina en 1785, el colegio anejo a la iglesia aún estaba funcionando, regentado por el clero secular desde la expulsión de los Jesuitas. La convivencia en el mismo edificio de hermanos de San Juan y estudiantes será determinante para la formación de las loas o de la ronda del 27 de diciembre (a partir de las coplillas incluidas en dichas loas, como las de Manuel Clemot).

Las loas de tunos son teatros cortos o entremeses llenos de picaresca y humor, de las que en 1929 se decía: “el público ríe los donaires picarescos de los hambrientos estudiantes de medicina, cirugía, leyes y teología”.

Estas representaciones eran distintas cada año, y se intercalaban con otras como las loas de Diablos, Pabises, Patmises, la Loa de las Virtudes, o la Loa de Pescadores y de Pescadoras. Conservamos varias loas de tunos y estas son:

  • Loa “más discurre el pobre hambriento que veinticinco letrados”. Antonio Rodríguez Guzmán. 1845
  • Loa “dicen que por la peana se suele besar al Santo”. Antonio Rodríguez Guzmán. 1849
  • Loa de los tunos. José Yuntela. 1860
  • Loa para la danza de los tunos. Manuel Clemot y Briones. 1894
  • Loa de los tunos. Manuel Clemot y Briones. 1897
  • Loa para la danza de los tunos. Manuel Clemot y Briones. 1900
  • Loa de Estudiantina. Mariano Serrano Herraiz. 1905

Con el paso del tiempo, algunas de estas loas de tunos se fueron estableciendo como principales sobre otras, al igual que pasó con la loa y danza del Diablo actuales, que se impusieron al resto, y la conservamos como la principal de la fiesta de San Juan y del Barrio de Atienza.

Una de ellas, y de las que más recuerdo cercano tienen los juanistas, es la Loa de los tunos de 1860 de Don José Yuntela. El contexto es en el colegio del edificio de los Jesuitas, donde llega un nuevo rector y habla con siete estudiantes de su porvenir, donde les amenaza si se portan mal, pero les premiará si se portan bien. Los estudiantes comentan las deficiencias que viven, sobre todo del hambre que pasan, y las triquiñuelas que tienen que hacer para no estar hambrientos. Finalmente, el rector los descubre y castiga, pero gracias a su encomendación a San Juan, son salvados de la ira del rector. Esta loa la representaron algunos de nuestros antepasados de los que aún nos acordamos entre los años 40 y 70 como Pepe Pérez, Agustín Bonilla, Raimundo de la Fuente, Eulogio Serrano, Faustino Torres, Antonio Serrano, Joaquín Delgado, Martín Penalva, Foro Serrano, o Esteban Gómez que decía aquello de:

Señor Rector, mis muelecitas

se comieran en un credo

la campana de Toledo

llena de patatas fritas.

Y si usted quisiera echar

encima huevos algunos,

mejor para el paladar

estarían de estos tunos.

Otra de las loas más importantes fue la Loa de Estudiantina de 1905 de Don Mariano Serrano, que sabemos que representaron Antonio Parrilla, Alejandro Alique, Florentino Caballero, Sebastián Chacón, Faustino Torres, Epifanio Caballero o Mariano Alique.

Esta loa se recuperó años después siendo la primera vez que se realizó el día de San Juanillo de 1985 por Juan Miguel Muñoz, Ángel Bonilla, Miguel Ángel Martínez, Pedro Corpa, Jesús Muñoz, Jesús Caballero, Pedro Muñoz, Santiago Muñoz, Jesús Reneses y Pedro Romero.

Unos años después, la loa derivó en lo que llamamos actualmente las “alabanzas”, que simplemente es la parte final de dicha loa, recitada a modo de poesía. Estas alabanzas se representaron hasta finales de los años 90 al finalizar la procesión del día de San Juan, y aún hoy algunos de esos tunos la siguen diciendo en la procesión. Estos fueron Julio Cobos, Claudio Sancho, Ricardo Pérez, José Francisco Pindado, Ole Romero, Juanjo Esteban, José Ignacio García, Claudio Gómez, Luis Arias y Antonio Valero.

En 2024 se han digitalizado por la Asociación Cultural de Tunos algunas de las loas manuscritas que conserva con cariño Mari Cuevas, legado de su abuelo Mariano Moreno de la Fuente, para ser más accesibles a todos, como patrimonio juanista y optense que son.

En este 2025 se va a volver a representar la Loa de los Tunos de 1860, escrita por José Yuntela, que ha adaptado la asociación a los tiempos actuales, para hacer más fácil su representación. A la loa se han añadido las alabanzas que los padres de los actuales tunos recitaron hace más de 25 años.

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