El pasado mes de diciembre finalizaron las obras de restauración de la espadaña del antiguo Colegio de Jesuitas.
La espadaña fue construida a principios del siglo XVII, seguramente bajo diseño de fray Alberto de la Madre de Dios o algún maestro de su círculo.
Una curiosidad a destacar es que se ha comprobado que todas las piedras del frontón triangular están sujetas con grapas de hierro pegadas con plomo, lo que ha permitido que se encuentren estables durante estos cuatrocientos años, como puede apreciarse en las fotos que insertamos en esta noticia.
Otro dato curioso es que se ha localizado un anagrama de los Jesuitas con las siglas de JHS (Jesús, Hombre y Salvador) en el tímpano del frontón, que había pasado desapercibido hasta ahora. Lo cierto es que pasa desapercibido porque está muy desgastado.
También ha aparecido una estructura dentada plasmada en las piedras del arco superior, que se podrían corresponder con la esfera del antiguo reloj de los jesuitas, que estuvo en ese hueco hasta 1805. También podría ser el reflejo de una rueda del mecanismo que hubiese rozado esa zona durante su desmontaje.
En las tareas de restauración, se ha reconstruido la bola central superior, desaparecida en la década de 1950, con lo que la obra recupera la fisonomía original, en definitiva, las tres bolas representan a la Santísima Trinidad. Su presencia puede comprobarse en una fotografía de 1941 que publicamos en detalle y de forma completa en esta noticia.
Se ha recuperado la antigua disposición de campanas, con una mayor hacia la calle, llamada «Ntra. Sra. de Loreto», otra mediana en el lado contrario, titulada «San Juan Evangelista» y la pequeña, «San Antonio Abad», en el arco superior, que llevaba vacío desde 1805 cuando desaparece el reloj.