La delicada situación que vivimos actualmente en nuestro país, ha llevado a la suspensión o aplazamientos de numerosos eventos y tradiciones. Las Fallas de Valencia, o la Semana Santa de nuestras ciudades y pueblos, han sido suspendidas o aplazadas siguiendo las directrices de las autoridades civiles y religiosas.
El rápido contagio del COVID-19 y las consecuencias sanitarias, sociales y económicas que está provocando, ha motivado la declaración del estado de alarma por el Gobierno, en unas circunstancias inéditas en la actual etapa constitucional de España. En este sentido, la Comisión de San Juan ha tomado la única decisión que podría corresponder a un momento de crisis como el que vivimos.
En lo referente a las fiestas de San Juan de Huete, muy pocas son las personas que pueden recordar una situación similar. Las fiestas llevaban 81 años celebrándose de forma ininterrumpida en el mes de mayo, desde 1939 hasta el 2019. Durante esos años, hasta 1973, las fiestas tuvieron lugar en torno al 6 de mayo, día en el que se conmemora el martirio del Evangelista ante la puerta Latina de Roma. Desde 1974, las fiestas se han celebrado ajustándose al fin de semana para facilitar la afluencia de aquellas personas que viven fuera de Huete.
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| Procesión de San Juan de 1944. |
La última interrupción ocurrió con motivo de la Guerra Civil y duró dos años consecutivos: 1937 y 1938. La contienda se inició el 18 de julio de 1936, por lo que todavía en ese año la imagen antigua de San Juan (la que hoy conocemos como San Juanillo) recorrió las calles de Huete en los días 6 y 7 de mayo. Tres meses después de las fiestas, en agosto, la imagen quedó destruida, salvándose de las llamas milagrosamente el busto y la mano derecha que, en la restauración reciente, fueron reintegrados en la nueva figura.
Terminada la Guerra Civil el 1 de abril de 1939, tan solo un mes después, se retomaron las fiestas de San Juan, realizándose la procesión con el estandarte y un cuadro con la fotografía del Santo, según relatan los testimonios presenciales. Sería al año siguiente, cuando Josefa Moreno o Josefa Urrea donaría la imagen en escayola con la nueva efigie de nuestro patrón.
Con anterioridad a la Guerra Civil, no conocemos si las fiestas fueron suprimidas en otra ocasión. Se ha hablado de la epidemia de gripe de 1918, también llamada gripe española, pero sabemos que las fiestas de ese año se celebraron, ya que se contó la banda de música del Regimiento de Infantería número 38 «de León», con sede en el cuartel de la Montaña de Madrid, a pesar de que la capital del Estado estaba ampliamente infectada. En Huete la epidemia fue declarada oficialmente el 16 de noviembre de 1918 y finalizada el 6 de febrero de 1919 (véase tesis doctoral sobre la epidemia en Cuenca).
Seguramente las fiestas de San Juan serían interrumpidas con motivo de alguna guerra. Sabemos que las Fallas de 1896 fueron suspendidas con motivo de la Guerra de Cuba. En el caso de Huete desconocemos si se tomó alguna medida al respecto. También es posible que se suspendieran las fiestas durante la Guerra de Independencia con los franceses (1808-1812) o en la Guerra de Sucesión (1702-1714).
En parecida situación a la que vivimos en la actualidad, en el año 1601, Huete sufrió una epidemia de peste en la que murieron centenares de personas. En un relato conservado de la época, se comenta que una imagen de San Juan participó en la procesión final que salvó a la ciudad de la peste, celebrada el 8 de septiembre. En esta procesión, además de San Juan, desfilaron las imágenes de la Virgen del Socorro de Loranca, San Francisco y Santa Clara. Suponemos que esta imagen es la que la Hermandad de San Juan encarga a los artistas Juan de Heredia y Juan de Albornoz en 1591 (utilizada para las procesiones hasta 1792 cuando se realiza San Juanillo).
Al igual que la Hermandad ha sobrevivido a los diferentes momentos trágicos de nuestra Historia, esperemos que esta crisis termine pronto y que todos nosotros podamos recuperar pronto el ritmo habitual.
¡Viva San Juan!
¡Viva el Barrio de Atienza!
