En el año 1874 Valentín Ael, párroco de Guadalupe aumentó los cultos de esta iglesia. Los mayordomos de San Antón pagaban las misas, el sermón y la cera de la función.
Las novenas, misas del novenario, la cera y las misas de todos los 17 de cada mes se pagaban con los beneficios de los panecillos y el ramo.
El propio párroco fue el primero en comprar el cerdo de San Antón. Este se mantenía, según dispuso el párroco, con la caridad pública y se rifaba por la Pascua de Nochebuena. Con el producto de la primera rifa se compraron unas coldaduras para las tribunas. El propósito era rifar un cerdo todos los años e ir comprando objetos para el Santo según las necesidades de la iglesia.