El día 17 de noviembre, a las 9:30 de la mañana, en la iglesia de Guadalupe tendrá lugar la misa en honor a san Juan del Castillo (Belmonte, 1595- Asunción 1628), canonizado por Juan Pablo II.
Estudió Filosofía en el colegio de Jesuitas de Huete, adonde llegó el 2 de noviembre de 1616, después de su etapa de novicio en Madrid. Por este colegio pasó el Padre Juan de Viana, Procurador del Paraguay, «ponderando la abundancia de mies, de las almas, de las penalidades y fatigas de los misioneros y del martirio cierto…». Esto enardeció el corazón de nuestro joven estudiante enamorado de Cristo y de su cruz. El hermano Castillo decide marchar a misiones «porque allí hay fama de mayor pobreza, fatigas y trabajos apostólicos».
Marchó como misionero a Paraguay donde murió a manos de los nativos el 17 de noviembre de 1628, movidos por el brujo Ñezú (según cuenta la leyenda), quien sentía envidia por el hecho de que los misioneros tuvieran más seguidores que él.
Supuestamente fue arrastrado por caballos. En la colegiata de Belmonte se conservan restos de la tierra donde murió, trozos de las cuerdas con que fue arrastrado e incluso sangre que encontraron en la tierra.